logos

Durante dos años estuve haciendo cortes a los logos que figuraban en el material de 16 mm que iba comprando, para empalmarlos después en un rollo que he telecinado sin ordenar el montaje que se formó de manera espontánea. La mayoría son de distribuidoras y de productoras de cine, pero otros pertenecen al ámbito televisivo. Algunos logos incluyen colas con cartas de color y guías que he decidido respetar como me llegaron; otros vienen empalmados con cortes que informan sobre la edad del público apta para ver la película en cuestión. Aparecen todos tal cual sin aplicarles la censura.

El resultado me parece que llega a superar lo figurativo, desplazándose su sentido original y situándose cerca de la abstracción. Los logos no introducen película alguna y tampoco anuncian nada. Los restos de adhesivos que tenía la película y la suciedad acumulada tambalean, al menos indirectamente, la identidad de la industria cinematográfica —no quise, desde luego, restaurar el material—. Su resumen taquigráfico: ocho minutos de logos que van desde la Paramount a la CBS, pasando por la 20th Century Fox.